cómo encontrar aquello que me brindaba el amor y la pasión
domingo, 13 de julio de 2025
Fiebre de sábado por la noche
cómo encontrar aquello que me brindaba el amor y la pasión
lunes, 23 de junio de 2025
¿Llega?
domingo, 13 de abril de 2025
No lo sé
lunes, 25 de noviembre de 2024
Con el viento en la cara
de momentos de impaciencia,
en que toda inteligencia no bastaba
para poder explicar
esa angustia que me tienta
con dolor y con tristeza,
de no poder
encontrar mi lugar
Quizás estoy maldito
tan sólo por haber nacido,
en un sitio
al que nunca querría llegar
Escaparme siempre sueño,
pero aunque me esforzara
mis alas cansadas,
no pueden ya volar
Caminando por la vida,
sin encontrar una salida,
al laberinto eterno
que me toca atravesar
sin abandonar mi esencia
aunque rodeado de ausencias,
y dolores, que aún hoy,
no aprendí a curar
Siento incertidumbre,
no dormir es una costumbre,
navegar despierto,
pensando en un final
Mientras me doy por vencido,
brazos cansados, milagros perdidos
pido una soga,
que me ayude a trepar
a la cima de una torre,
dónde nadie me conoce,
y desde allí,
ponerme a observar
cómo caen mis lágrimas
arrepentido de mis logros y errores,
esos que tanto,
me empeño en borrar
martes, 27 de agosto de 2024
Dolor
Incomodidad continua,
de dónde viene, nadie sabe,
Sentirse impotente frente a la vida,
sábado, 10 de agosto de 2024
Quijotes
miércoles, 28 de febrero de 2024
Mientras... La vida pasa
Monotonía urgente,
que lleva a apurarnos para llegar a ningún lugar
Sin escapatoria, entre el río y la montaña,
las hienas se ríen, los leones nos devoran
Y aquí estamos, en el tiempo sin tiempo,
una quietud contante, que ni la fantasía nos ayuda a evadir
Cerramos los ojos, creemos que nos vamos,
pero hasta nuestros sueños están enjaulados en el mismo lugar
Volar, huir; la solución;
ver la vida pasar, una maldición...
Juan Pablo Yocca (1986 - ).
miércoles, 18 de octubre de 2023
Tiempo
sábado, 21 de enero de 2023
Un cañón, un puente, dos personas...
...Un cañón; debajo nada, pura oscuridad. En un margen él; en el otro ella. Un puente los une, y a la vez los separa. Para él, un puente sólido; para ella bastante endeble. Él la llama, le pide que cruce; ella titubea, no sabe qué hacer. Él se acerca hasta la mitad del puente para demostrarle su solidez y estira su mano, como invitándola a cruzar juntos; ella avanza un paso, pero retrocede al lugar de partida; repitiendo esto más de una vez.
Él la alienta, le describe las posibilidades que hay al otro lado; ella lo escucha, dice que lo comprende y que le encanta lo que él propone, pero continúa con miedo a cruzar.
Cada vez que él avanza para llegar hasta la mitad del puente y animarla a cruzar, aves salvajes lo atacan; se defiende, pero no puede evitar las heridas que cuestan cicatrizar. Él no tiene necesidad de realizar éste esfuerzo, y sin embargo continúa haciéndolo, ya que continúa confiando en el amor y en que juntos podrán vivir experiencias mágicas. Ella valora todo el trabajo por él realizado; pero siente impotencia al no poder cruzar; por momentos hasta se enoja con él, con ella, con la situación. En la cara de él puede vislumbrarse cansancio, agotamiento, pero sigue intentando convencerla a ella de que avance.
Ante la parálisis de ella, él le explica que la única manera de estar juntos, es si ella avanza; ella dice no gustarle esa margen, pero algo no le permite avanzar.
Pasan horas, días, meses; el cañón se hace más y más ancho, como consecuencia del paso del tiempo. Cada mañana él se levanta para llamarla y pedirle que cruce, utiliza su imaginación, fabrica utensilios; pero ella no se anima a cruzar. Se repite la secuencia de avanzar un paso y retroceder al punto de partida. En él, más cansancio y agotamiento; pero continúa intentado.
Poco a poco las cuerdas que sostienen el puente comienzan a deshilacharse; él le advierte que queda poco tiempo para cruzar, y que está muy agotado de tanto intentar; ella lo escucha, pero no puede comprenderlo.
Un día ella despierta, y siente que llegó el momento de cruzar; levanta la mirada y lo vé a él del otro lado del puente esperándola con los brazos abiertos. A pesar de que las cuerdas no están firmes como antes, avanza con decisión; desea abrazarlo y continuar transitando juntos los caminos que puedan presentarse. Finalmente llega a la otra orilla y al hacerlo, observa que él ya no está, que lo que veía era un árbol el cual confundió con la imagen de aquel hombre que por mucho tiempo la esperó. En ese momento, ella encuentra una carta que dice "Te esperé, luché y trabajé en pos de lo que pensé que sería nuestra felicidad; tus tiempos no son los míos, y aunque lo intenté, claramete mi esfuerzo no fué suficiente. Llegó el momento de avanzar cada uno por su cuenta. Te deseo lo mejor... Ojalá algún día lo entiendas. Adiós".
Ella llora desconsoladamente, pero él ya se fué para no volver; él continuó cruzando otros puentes, y avanzando por caminos por ella desconocidos. Ella resignada se sienta, y se queda viendo tanto el lado que dejó atrás, como éste, pensando "debería haber cruzado antes..."; no le queda nada por hacer, más que pensar en continuar sin él.
Juan Pablo Yocca (1986-).