domingo, 19 de julio de 2009

Siga nomás...

Se mueve despacio. Las zapatillas, que parecen canoas en sus pies, no ayudan en cada paso. Mientras avanza parece que se va a desarmar. De repente, se detiene para subirse los pantalones, que siempre están a punto de caerse. Su rostro se esconde detrás del muro que conforman un largo y espeso cabello y una tupida barba. El prefiere que no lo miren. Y como si fuera un mecanismo de defensa, cuando alguien se acerca muestra las extensas y descuidadas uñas de sus manos. Todo es un gran misterio en su vida. La mayoría no sabe cómo es su verdadero nombre, pero ya se convirtió en el personaje más famoso entre los habitantes del barrio El Bosque. Alguien lo bautizó "Copito" hace dos o tres años. Desde entonces comenzó la lucha de los vecinos para conseguirle un techo y ayuda social, aunque aseguran que todavía nadie ha querido destaparse los oídos para escuchar esta triste historia.Las primeras luces del día lo despiertan en el umbral de alguna casa o, quizá, entre los escombros, adonde busca refugio para cubrirse del frío. Se moviliza por dos cuadras: Asunción al 400 o San Juan al 1.700. Sólo tiene lo que lleva puesto: un viejo y sucio traje gris con rayas en el que caberían cómodos dos "Copitos". Se cubre con un saco de lana que alguien que pasaba por allí le regaló. "Siempre lo cruzo a la mañana y aparece temblando. Tengo miedo que alguna vez lo encontremos muerto; alguien tiene que ayudarlo", relata Hilda Lorca.Apenas se endereza un poco va directo a la casa de un religioso que vive en la zona. "Señor, café, pan, queso". Esas son las únicas palabras que suele enhebrar y compartir con quienes lo ayudan a sobrevivir. "Hoy ya le dimos cinco veces el desayuno", cuenta Italia, hermana del sacerdote y dueña de la vivienda en cuya puerta "Copito" pasa la mayor parte del día sentado sobre la casilla de gas. "¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene?", le pregunta la cronista. No se anima a contestarle a extraños. Cuando Italia le consulta, el mendigo responde que ya vivió 30 años, o tal vez 25. En realidad, se calcula que tiene unos 56 años y que sufre de autismo, esquizofrenia y desnutrición, detalló la doctora Sandra de Bazán, que reside en Asunción al 400 y también ayuda a alimentar al hombre.Los vecinos saben que "Copito" tiene una hermana en el barrio Juan XXIII, más conocido como La Bombilla. Pero aseguran que nadie quiere hacerse cargo de él y que por eso cada vez que operadores sociales lo llevan a la casa de sus familiares al poco tiempo el linyera reaparece por El Bosque. "Acá le damos de comer y él se siente a gusto. Pero realmente no puede vivir así. Con el frío que hace duerme destapado, donde lo agarra la noche. Hay vecinos a los que les molesta; a mí me da mucha impotencia, siento que se me escapa de las manos y que en cualquier momento le va a pasar algo y todos lo vamos a lamentar", dice Héctor Romero."El Estado debe intervenir; es su obligación porque se trata de una persona desamparada y que tiene problemas de salud mental. Ya pedimos que lo lleven a un hogar, pero nadie nos escucha", asegura Italia. Con esta mujer es con quien más habla el vagabundo. Pero sólo utiliza monosílabos para comunicarse. El aroma de las comidas ya se siente en todas las casas donde preparan el almuerzo del viernes al mediodía. "Copito" tiene hambre. Entonces, empieza la ronda. Una vez más, su almuerzo dependerá de la buena voluntad de algún vecino. Después de la siesta, volverá a peregrinar por unas tazas de café y, más tarde, la noche lo sorprenderá en alguna esquina, temblando, sin saber quizás si despertará para ver el nuevo día.

Nota del diario ¨La Gaceta¨ 19-07-2009

miércoles, 15 de julio de 2009

23

Quise verte,
y no me había dado cuenta de que ya te había visto

Quise encontrarte,
y no me había dado cuenta de que ya te había encontrado

Mientras me sumergía en la decepción,
te tenía enfrente, pero no lo sabía

Pensaba en un destino signado por la soledad,
y no deseaba abandonarla
mientras que un miedo estremecedor me invadía cuando me imaginaba algo distinto
Pero fue así, de la nada,
te vi, te encontré,
y me di cuenta que siempre habías estado allí

Una extraña sensación me envolvió,
y mis temores quedaron a un lado
de repente todo se hizo nada,
y con un te busco a las once
comenzó éste sueño del cual no quiero despertar

Juan Pablo Yocca (1986 - )

viernes, 10 de julio de 2009

Dormir contigo

Dormir contigo
es el camino, mas directo
al paraiso
sentir que sueñas
mientras te beso
y las manos te acaricio

Dormir contigo
es navegar en una estrella
hasta el espacio
es embriagarme
con el susurro de tu hablar
tierno y despacio

Dormir contigo
es conocer la dimension
que tiene un verso
sentir que duermo
y al mismo tiempo conocer
el universo

Dormir contigo
con tu cabello acomodado
aqui en mis brazos
y el terciopelo que me brinda
tu regazo
que maravilla dormir contigo

Dormir contigo
con la ilusion de que
despertare mañana
con el calor y un nuevo día
en la ventana
fue algo hermoso amor
dormir contigo

Armando Manzanero Caché (1935 - )

lunes, 6 de julio de 2009

Pregunta

Si desaparece el Ser Humano, ¿muere Dios?

Si bien ésta pregunta la elaboré en un espasmo de locura, no puedo acreditarme su autoría ya que seguramente otra persona en algún otro momento la hizo.