martes, 28 de abril de 2009

A quién no le pasó

No sé si serán tus ojos, o la aparente suavidad de tu piel, 
tu elegante caminar, o tu melodiosa voz.
quizás sean esas frases que de vez en cuando me decís, 
o simplemente puede ser mi locura... 
Pero cada vez que te veo, 
siento que muero y vuelvo a nacer.
 
Juan Pablo Yocca (1986- )

sábado, 18 de abril de 2009

Yo

Una pregunta que me hago seguido es aquella que desveló a millones de dementes a lo largo de la historia, y la misma es: qué soy?
Si me pongo a ver, realmente no tiene sentido. Es pura filosofía barata y de por más rebuscada, pero yo me pregunto, cómo puedo saber que es lo que quiero, o qué es lo que debo hacer, si ni siquiera sé qué soy "yo", o visto desde otra óptica qué es el "yo".
Dónde carajo está el "yo"?. Ese yo que tanto utilizo para referirme a mí mismo, pero que sin embargo no sé quién és.
Los católicos podrían decirme que soy una unidad de cuerpo y alma indivisible y que el "yo" es el resultado de la misma, que yo soy un conjunto. Pero, si me cortaran un brazo o una pierna, "yo" seguiría vivo, aunque ahora con una parte menos de mi cuerpo. Como verán me refiero a mi mismo, como "mí cuerpo", siendo que yo sería ese cuerpo del cual hablo como si fuese un objeto de mi propiedad. El cuerpo es "mío", no es "yo". Aparte el concepto del alma no es empíricamente comprobable, o al menos no lo fue hasta ahora, por lo tanto es muy difícil intentar comprender algo en base a un concepto que se basa en la fe de cada uno. A un empirista, esa respuesta no lo convencería.
Por otro lado los neurólogos, psiquiatras, psicólogos, y demás racionalistas, podrían decirme que el "yo" se escuentra en mi cerebro. Sin embargo, mucha gente continúa viviendo estando en coma, con su cerebro apagado, y ese "yo" continúa latente aunque en estado de reposo. Aparte, en qué parte del cerebro estaría situado el "yo", podría darse que simplemente "yo" sea una neurona o una célula del cerebro, y al morir la misma, terminaría muriendo "yo". Como respuesta, tengo entendido de que el corazón puede seguir latiendo, y los pulmones funcionando, aunque con un respirador artificial, sin necesidad de que las neuronas o células del cerebro cumplan sus funciones, ya que los mismos actúan de forma automática, y también sin explicación; lo cual me conduciría a mayores preguntas.
Otros podrían decirme que el "yo" está en el corazón, ya que si me lo quitaran moriría. Pero si me hicieran un trasplante del mismo, igual seguiría siendo "yo", aunque con el órgano de otro; lo cual refuta también la primera teoría de que soy una unidad de cuerpo y alma, ya que en ese caso la unidad se vió interrumpida e ingresó un elemento extraño, sin el cual moriría, pero que no pertenece al cuerpo original y se descartaría, con más razón aún la teoría de la indivisibilidad del mismo y el alma.
Dejando de lado la teoría que sostiene el tema de que el yo está en la sangra, por razones obvias, creo que termino llegando a la misma conclusión de siempre: no hay conclusión. Se me hace imposible saber quién soy, qué soy o dónde estoy.
¿Cómo puede ser que a preguntas tan sencillas no les pueda hallar una respuesta que me satisfaga?
Otra noche más al pedo.

Opiniones

"Los argentinos opinan, porque la palabra es gratis. Si se estableciera un impuesto a las boludeces verbales, en una semana se podría pagar la deuda externa". Un opinólogo.

Juan Pablo Yocca (1986 - )

miércoles, 1 de abril de 2009

Hasta siempre PRESIDENTE

Siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática.

Raúl Ricardo Alfonsín (1927 - 2009)