sábado, 27 de octubre de 2007

Estoy harto.

Siguiendo el hilo de ideas de mi último posteo, quiero resumir lo que me está pasando ahora en una sola frase: "ESTOY HARTO".
Amigos míos ya lo saben, porque se los dije, que quisiera vender todo e irme a vivir en un pueblo en el medio de la montaña, lamentablemente mi vieja, que es de quien dependo, no comparte para nada esa idea. Seguramente se preguntarán el por qué me gustaría hacer algo así, o por qué estoy harto y se los voy a intentar explicar.
Me harté de los estereotipos, de esas personas que creen que todo pasa por el vestir, el físico, el auto, etc. y todas esas pelotudeces en las que se fijan hoy en día, también estoy cansado de escuchar a gente hacer y decir lo que los demás dicen simplemente por el hecho de quedar bien o por miedo a que piensen que es "raro".
Estoy harto de ir a Misa y encontrarme en la puerta con gente que venden revistas, imágenes, etc., no es que me moleste que trabajen ni mucho menos, pero si hacemos memoria, Jesús hechó a los mercaderes del Templo; porque una Iglesia, Mezquita, Sinagoga, etc. son lugares para el culto religioso y no para vender. Ya que entré en el tema de la Iglesia Católica, quería decir que también me tiene harto la hipocresía de muchos curas, por ejemplo los dueños de universidades y colegios. No sé si lo observaron pero en esos colegios, donde las cuotas son altísimas son los lugares adonde hay mayor segregación, especialmente por el tema económico; también me tienen harto los curas dueños de la U.N.S.T.A., ya que se está corriendo la voz de que van a aumentar la cuota para el año que viene, sin embargo no se ven mejoras en el servicio y mucho menos en el sueldo de los profesores. Digo yo, una persona cuando entrega su vida a la Iglesia, no hace también un voto de pobreza?, aparte no se supone que los curas y monjas tienen que intentar ayudar a la comunidad (como Jesús lo hizo)? y creánme, no hay mejor ayuda para un pueblo que la educación, ya que de esa forma aprende a pensar y eso ayuda a evolucionar.
Me tienen harto también las personas que ligan el éxito con la abundancia económica. Me tiene harto la falta de conciencia, de respeto y de ayuda por los demás, por ejemplo el otro día una persona que conozco se quejaba de que chiquitos entraban a pedir a un bar del centro, y decía que el los hecharía y no dejaría entrar a nadie; al mismo tiempo me miró raro y me criticaba porque le daba unas monedas a una pobre criatura de no más de nueve años, la cual estaba trabajando mientras yo comía y capaz que luego es golpeada por sus padres en casa o quizás que ni siquiera tiene un hogar. Lo peor de todo es que la gente mira con asco a los que menos tienen, y más asco se deberían dar ellos mismos, los cuales casi en su mayoría son tan imbéciles e incongruentes con sus vidas; que tratan de negros a los carpinteros, plomeros, pintores, etc. y luego van a Misa a golpearse el pecho y adorar a un carpintero de hace 2000 años. Son unos incoherentes totales, si discriminan a los carpinteros de ahora o a sus hijos o familias, por qué tienen de Dios a uno que fue uno de "ellos", pero bue... ya debe haber algunos que se creen que son Dios por la plata que tienen y hasta deben pensar: "qué puede saber él?".
Otra cosa que me cansó es la falta de ideales y compromiso por parte de la gente joven. Son muy pocos los universitarios que hoy día son idealistas y que se sienten con ganas de cambiar lo que creen que está mal. Hoy en día son considerados bichos raros y locos, mientras que el resto se conforma con cualquier cosa que les hagan para que no se arme quilombo.
Me harté también de escribir éste posteo, porque mientras más pienso en todas éstas cosas, más me enajeno así que prefiero dejarlo todo acá. Lo único que les pido es que no vayan con la manada, sean ustedes mismos y aprendan a ser felices y disfrutar de las sencilleces.

Juan Pablo Yocca (1986 - )

domingo, 14 de octubre de 2007

Polaroid de una locura ordinaria

En éste intento de reencuentro y redescubrimiento de mí mismo, me estoy dando constantemente golpes más duros.
Últimamente salió a flote una cualidad mía, la cual no me gusta para nada. No sé si será a causa del año que viví (el cual deseo que se termine lo antes posible) u otro factor, pero la verdad es que estoy hipersensible y lamenteblemente no es la "sensibilidad que todos conocen". Si bien hace poco aprendí a pareciar cosas simples de la vida y a emocionarme un poco más con las mismas, ésta hipersensibilidad me trajo aparejada otra conducta la cual estoy odiando, y es la irritabilidad.
Seguramente muchos ya lo habrán notado, en especial los compañeros de la facultad, de los culaes casi ninguno tiene la dirección de mi blog, y por lo tanto capaz que nunca se enteran el porque de mis reacciones de los últimos días, pero la verdad es que ni yo mismo sé la causa. Creo que estoy en una etapa de la cual ni los psicólogos más capaces podrían sacar una conclusión o saber su causa.
No entiendo nada, no encuentro una explicación y lo peor de todo, es que tengo miedo de que éste nuevo "yo" permanezca en mí por siempre. Si bien no quiero convivir con ésta nueva faceta mía por el resto de mi vida, no sé como quitarla de mi ser y lo peor de todo es que, como dije anteriormente, tampoco de donde viene.
Cómo será que estoy mal, que hago cosas de las cuales luego me arrepiento profundamente, y hasta me dan ganas de encerrarme y no salir nunca más por miedo a volverlas a hacer.
Quizás hasta ahora no entiendan exactamente lo que les intento explicar, pero lo puedo resumir diciendo: "por momentos, ni yo mismo me aguanto".
Pido disculpas a todos los que haya molestado con mis reacciones, y decirles que espero sepan ayudarme a encontrar una solución, la cual por favor que no sea mandarme a un psicólogo únicamente.

jueves, 4 de octubre de 2007

Un gran hombre

"Un gran hombre puede cambiar a las masas, pero las masas no pueden cambiar a un gran hombre".

Juan Pablo Yocca (1986 - )